Dublín es una ciudad grande y con mucho movimiento, famosa por sus bares y cerveza, pero también rica culturalmente.
Después de haber estado en pueblos y ciudades pequeñas y tranquilas, llegar a Dublin fue un cambio que me sacudió un poco, debo reconocer que no fue mi ciudad favorita, demasiado ajetreada para mi, pero es cuestión de gustos, sentí que era una ciudad de gente joven, animada y con muchas cosas para hacer. Si te gusta la fiesta Dublin es tu lugar, pero si te gustan los museos y los parques Dublin también puede ser el lugar ideal, lo que me gustó de esta ciudad es que hay sitios para todos los gustos.