Había llegado el día más esperado de mi viaje por el sudeste asiático, estaba a horas de conocer el lugar que originó mis ganas por conocer estas tierras tan lejanas.
Eran las 04:30 de la mañana en Siem Reap, Camboya. A fuera de nuestro hotel nos esperaba un tuk tuk listo para correr hasta el famoso Angkor Wat, con un poco de frío por el viento y aún en oscuridad, recorrimos las calles de Siem Reap hasta llegar al lugar donde teníamos que comprar las entradas (que esta unos minutos antes de llegar al complejo)